Me gusta llamar asesoría a mi trabajo (aunque hoy en día se ha pervertido un poco ese término) porque considero que mi función va más allá de entregar una dieta y/o un entrenamiento.
Intento que durante el tiempo en el que un cliente trabaja conmigo este aprenda para llegar a un nivel alto de autogestión. Una persona normalmente no puede mantener un servicio de nutrición y/o entrenamiento muy a largo plazo por lo que tarde o temprano llegará el momento en el que esa persona tendrá que gestionarse sola. Por eso mismo además de un contacto directo y frecuente con los clientes y explicaciones detalladas, también he ido elaborando documentos y guías informativas para tenerlas de consulta.
Durante este proceso de aprendizaje y búsqueda de objetivos es muy importante priorizar ciertos aspectos. El primero es tener siempre claros que la prioridad máxima es la conservación y mejora de la salud (física pero también mental). Dietas muy restrictivas llevarán a la aparición no solo de carencias nutricionales y cansancio sino también a problemas de bajo estado anímico, favorecerán la aparición de trastornos de la conducta alimentaria y acabarán afectando en las relaciones sociales y personales tanto por una elevada irritabilidad como por una baja libido sexual.
La metodología que sigo en la alimentación es variable según el cliente, su objetivo y su experiencia. En general intento que sean dietas muy variadas con múltiples combinaciones por cada comida y NO pauto menús cerrados nunca o casi nunca.
En los entrenamientos priorizo la capacidad de esfuerzo y la técnica de los ejercicios (mediante corrección por vídeo) antes que el uso de metodologías especiales y llamativas. La prioridad siempre será hacerse fuerte en los ejercicios a largo plazo y tener una técnica controlada y estable en el tiempo.
Pero también le doy importancia a muchos otros aspectos como el descanso y la gestión del estrés (los grandes olvidados hoy en día), la capacidad de sociabilizar con un estilo de vida saludable, la mejora de los hábitos cronobiológicos, la mentalidad y actitud ante los problemas, etc.
Resumiendo, esto no es un proceso de solo entrenar X y comer Y, cada cliente es un ser BIO-PSICO-SOCIAL, con un contexto distinto, unas aptitudes, una mentalidad, una genética y unos objetivos distintos. Por todo ello, cada caso es único y se debe trabajar de forma INDIVIDUALIZADA.
Si quieres más información detallada sobre mi trabajo y mis tarifas, rellena el formulario de contacto al final de la página inicial.
Intento que durante el tiempo en el que un cliente trabaja conmigo este aprenda para llegar a un nivel alto de autogestión. Una persona normalmente no puede mantener un servicio de nutrición y/o entrenamiento muy a largo plazo por lo que tarde o temprano llegará el momento en el que esa persona tendrá que gestionarse sola. Por eso mismo además de un contacto directo y frecuente con los clientes y explicaciones detalladas, también he ido elaborando documentos y guías informativas para tenerlas de consulta.
Durante este proceso de aprendizaje y búsqueda de objetivos es muy importante priorizar ciertos aspectos. El primero es tener siempre claros que la prioridad máxima es la conservación y mejora de la salud (física pero también mental). Dietas muy restrictivas llevarán a la aparición no solo de carencias nutricionales y cansancio sino también a problemas de bajo estado anímico, favorecerán la aparición de trastornos de la conducta alimentaria y acabarán afectando en las relaciones sociales y personales tanto por una elevada irritabilidad como por una baja libido sexual.
La metodología que sigo en la alimentación es variable según el cliente, su objetivo y su experiencia. En general intento que sean dietas muy variadas con múltiples combinaciones por cada comida y NO pauto menús cerrados nunca o casi nunca.
En los entrenamientos priorizo la capacidad de esfuerzo y la técnica de los ejercicios (mediante corrección por vídeo) antes que el uso de metodologías especiales y llamativas. La prioridad siempre será hacerse fuerte en los ejercicios a largo plazo y tener una técnica controlada y estable en el tiempo.
Pero también le doy importancia a muchos otros aspectos como el descanso y la gestión del estrés (los grandes olvidados hoy en día), la capacidad de sociabilizar con un estilo de vida saludable, la mejora de los hábitos cronobiológicos, la mentalidad y actitud ante los problemas, etc.
Resumiendo, esto no es un proceso de solo entrenar X y comer Y, cada cliente es un ser BIO-PSICO-SOCIAL, con un contexto distinto, unas aptitudes, una mentalidad, una genética y unos objetivos distintos. Por todo ello, cada caso es único y se debe trabajar de forma INDIVIDUALIZADA.
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